Queda aproximadamente un año para las próximas elecciones municipales y ya se están notando los nervios del banderazo de salida.

Las marcas importantes toman posiciones mientras que las marcas blancas intentan, como pueden, reclamar la atención del ciudadano haciendo el mayor ruido posible.

La campaña electoral aún no ha empezado y no debemos olvidar los problemas que nuestra población padece.

A un año de las elecciones, una conclusión importante a la que hemos podido llegar es que nunca son buenas las mayorías absolutas.

Las pequeñas poblaciones, como Sant Andreu de Llavaneres requieren de otro tipo de gobernanza. Una gobernanza no tan definida en cuanto a posiciones políticas pero si en intenciones, que no son más que las de la solución a los problemas y el bienestar del ciudadano.

Nos gustaría que el próximo resultado electoral para nuestro pueblo fuese algo más repartido y que todas las posiciones políticas tuvieran, en el plenario municipal, una más efectiva representación y mayor valor decisorio de sus votos.

Hemos asistido a unos plenos en donde se contrastaban opiniones, se sometían a debate los temarios del orden del dia, con la mayor formalidad, respeto y consideración hacia todos los grupos participantes, pero siempre con un resultado más que previsto y siendo la opinión de la oposición meramente testimonial.

La componente de incerteza del voto es muy alta y hemos vivido los últimos años en nuestra población una fuerte polarización del mismo.

Desearíamos expresar desde estas líneas nuestro deseo de que el próximo gobierno municipal cuente con una mayor participación de todos los grupos y que cada voto obtenido tenga más efectividad en el plenario municipal.