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Ya falta menos.
Recuperaremos la normalidad. Una normalidad que en numerosas ocasiones oigo decir que será diferente, que habrá “una nueva normalidad”. Nuestra lectura es en positivo.
Estamos cada vez más cerca, la pandemia remitirá y hemos aprendido que somos más vulnerables de lo que pensábamos. La nueva normalidad nos mostrará cómo lo que antes era ordinario, será ahora extraordinario, lo que antes era normal, ahora será excepcional.
Abrazar a un amigo, visitar a nuestra madre, ver nuestras caras descubiertas, compartir un vino en el bar del pueblo o tomarnos una paella en el chiringuito de la playa, será extraordinario, y le daremos un valor superior al de antes. Los que desgraciadamente se fueron para siempre, ya no están a tiempo, nosotros sí.
Aquella calle por la que nunca habíamos paseado, aquel bar al que nunca habíamos ido, aquella tienda que no conocíamos, aquel vecino del que no sabíamos su nombre, disfrutemos de todos los rincones de nuestro maravilloso pueblo. Los amigos que hemos confirmado y a los que hemos desconocido.
Como servidores públicos debemos tomar nota y reflexionar. La razón es siempre relativa y el cien por cien de ella, no lo tenemos nadie, la convivencia y el respeto, son lo esencial.
Nuestro pueblo también va a recuperar la normalidad, seamos capaces también, en política, de hacerla excepcional. En nuestra mano está, como Regidores de nuestro Ayuntamiento, centrar nuestra labor en la recuperación de los valores de nuestro pueblo, antes de necesidad ordinaria y ahora extraordinaria. El civismo, la limpieza, la seguridad, la recuperación económica y comercial, y la convivencia ciudadana, serán más que nunca objetivo primordial.
Necesitamos todos un esfuerzo más, mantengamos las precauciones, tenemos cada vez más cerca el final a esta pesadilla. Respetemos las normas, las restricciones, solamente así alcanzaremos la extraordinaria normalidad.
Ciudadanos de Llavaneras, conseguiremos llegar, y no olvidéis que la normalidad, cuando ésta llegue, lo hará para quedarse.
