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Estrenamos el nuevo sistema de recogida de basuras, el conocido “porta a porta”. Indudablemente, cualquier vecino es de la opinión más que favorable a la recogida selectiva de las basuras para su posterior destrucción o reciclaje en cada caso, facilitando así la labor.
No obstante, y como todo en la vida, ante un cambio y ante uno tan trascendente como este, requiere de un extenso diálogo y consenso vecinal, intentando analizar y dar solución a todas las casuísticas y evitando la improvisación. Se ha consensuado y dialogado lo suficiente con los vecinos? Esta es la pregunta del millón. A juzgar por el revuelo existente, parece ser que la respuesta es “no”.
La casuística es amplia. Viviendas unifamiliares, edificios de pisos... personas de movilidad reducida, horarios diferentes, etc... y cada una de ellas requiere de un periodo de adaptación más o menos largo y sobre todo de medidas de apoyo.
L’Ajuntament, a pesar de su buena intención en el proyecto, está consiguiendo cierto grado de adversión y rechazo de los vecinos hacia el nuevo sistema, rechazo que con un mayor consenso y diálogo, sin duda se hubiera minimizado.
Vamos a realizar el experimento y veremos pasado un tiempo, sus resultados. Hasta entonces, portazo al asunto y... confiemos.
